miércoles, 8 de octubre de 2014

Mi tú favorito sin otras opciones donde elegir.

Me había prometido no hablar de amor, y sobre todo no hablar de ti. Especialmente, quería dejar de escribirte como te hablo en mi cabeza, para asumir que ya no me escuchas como antes. Pero bueno, aquí estoy. En realidad... No tiene sentido. Porque no tengo nada que decirte. Ni tampoco tengo nada que escucharte. Supongo que lo que tengo pendiente son silencios compartidos. Y esos sí que no vuelven. Ahí si que no hay segundas oportunidades. Pero oye, que quizá, que tal vez, que puede que me engañe a mí misma y todo siga bien. Que eso se me da genial. Dicen.
Me siento política, escribiendo sin pensar y sin decir nada. Pero, cuando los políticos hablan, ¿se dirigen a alguien? ¿Alguien los entenderá como tú a mí? Porque se que si lees esto, entenderás el significado que hay en cada una de las frases, que por supuesto no tiene nada que ver con lo que el resto ha comprendido. Porque tú eres tú, mi único tú con fundamento, sin posibilidades pero con esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario