jueves, 11 de septiembre de 2014

Breve presentación para los que ya me conocen de más.

Me he visto en panorámica horizontal cientos de veces,
cuando logro centrarme, y gritarme : ¿Pero qué coño has hecho?
Y ni yo misma sé como he logrado salir del túnel.
Tal vez estemos mejor viviendo en la ignorancia recíproca.
Por algo dicen que los tontos siempre son más felices.
Para los que me vean como un ejemplo de superación...
la lleváis clara.
Sólo soy una mezcla de cobardía, impulsividad,
indecisión, caos, y decisiones poco acertadas.
Pero de tantos errores, surgen victoriosos algunos aciertos.
Por llevar casi 365 pegadillas pegadas al cuello,
por acarrear historias de nieve y fuego contadas con férrea
tinta en la planta de mis pies,
en la espalda, y en la sien.
Por tener 50 aullidos atascados en la garganta,
uno por cada vez que me ha dado por mirar atrás.
Ésta soy yo, amigos.
Poco más que contar.
Sin embargo, hoy me doy las gracias.
Por todo lo que he hecho por mí.
Porque ser egoísta de vez en cuando, tampoco viene tan mal.